Ayer dí mi primera clase a alumnos de Formación Profesional de Grado Medio. La mayoría tienen entre 19-22 años y quieren aprobar el examen de acceso al grado superior de FP. Dos horas a la semana en la Fundación Tomillo. No me pagan nada, son clases voluntarias total.
Sobre los alumnos, pues muestran mucho interés en sacarse la asignatura. Casi todos provienen de ciencias, de la rama de auxiliar de clínica, farmacia... etc. También tengo a alumnos de administración de empresas y de informática. Nivel: 4º ESO la mayoría.
Me sentí muy bien; sin miedo. Muy cómoda. Nada que ver a cómo lo pasé en el instituto. No sé si es por la edad o porque realmente algo en mí ha cambiado. Creo que les conté más de mi vida que no debían saber, pero a lo hecho pecho. Siento que es una oportunidad única que me ofrece el universo y que yo he elegido para saber si realmente la educación es mi camino. Cuando me digo a mí misma "soy profesora", mi cuerpo vibra. Me siento útil y capaz de dar a los demás. Es algo extraño. Pero me reconforta.
Les hablé del curso, de lo que tienen que estudiar y luego en la segunda hora les hice un par de ejercicios. Me los tengo que leer para ver por dónde tiro en las clases.
El día acabó con mi clase de danza africana. Un buen final...